domingo, 10 de enero de 2010

5. SEXENIO DEMOCRÁTICO 1868-1874




5. SEXENIO DEMOCRÁTICO 1868-74. ECONOMÍA Y SOCIEDAD s. XIX
I. EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL SEXENIO DEMOCRÁTICO
La "Revolución Gloriosa" y el Gobierno provisional (1868-1871)
ANTECEDENTES: El autoritarismo de Narváez aumentó la impopularidad del gobierno moderado y de la reina Isabel II que les apoyaba. La crisis económica -malas cosechas- acrecentó el descontento de la población (motín de San Gil 1866). Finalmente, las muertes de O'Donnell y Narváez acercaron a la Unión Liberal, ahora encabezada por el general Serrano, a los progresistas. Éstos, dirigidos por el general Prim, y los demócratas habían firmado en 1866 el llamado Pacto de Ostende por el que se comprometían a derrocar a Isabel II.
REVOLUCIÓN: La sublevación estalló en septiembre de 1868 en Cádiz dirigida por el almirante Topete. Al pronunciamiento militar se le unieron sublevaciones populares en diversas zonas del país e Isabel II huyó a Francia. La denominada "Revolución Gloriosa" triunfó con gran facilidad.
GOBIERNO PROVISIONAL: Después de la revolución se estableció un gobierno presidido por Serrano, con el general Prim en el ministerio de Guerra. Unionistas, progresistas y demócratas conformaban el gabinete que convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal ganadas por los progresistas de forma bastante limpia.
Constitución de 1869. Es la primera constitución “democrática” de España:
• Soberanía nacional (1845 compartida Rey y Cortes)
• Separación de poderes
• Sufragio universal directo para los varones. (1845 censitario restringido)
• Poder ejecutivo: el Rey a través del Consejo de Ministros (1845 es el Rey)
• Poder legislativo: Cortes bicamerales, congreso y senado elegidas por los electores (1845 congreso censitario y senado por designación real).
• Amplia declaración de derechos (reunión y asociación). (1845 derechos recortados).
• Libertad de cultos religiosos y Estado aconfesional (1845 catolicismo oficial).
Aparte de la constitución, el gobierno de coalición llevó a cabo una importante labor:
- Creación de una nueva (y única) moneda española: la peseta.
- Librecambismo comercial y arancelario: bajada de aranceles.
La monarquía democrática: Amadeo I (1871-1873)
Tras aprobarse la constitución, el general Serrano fue nombrado Regente y Prim pasó a presidir un nuevo gobierno. Desechada la opción de los Borbones, se inició la búsqueda de un candidato real adecuado entre las familias reales europeas. Finalmente las Cortes eligieron como nuevo rey a Amadeo de Saboya, hijo del rey de la recién unificada Italia y perteneciente a una dinastía con fama de liberal.
El mismo día de la llegada de Amadeo a España fue asesinado el general Prim, su principal apoyo. Su ausencia debilitó grandemente la posición del nuevo monarca que se encontró con una gran inestabilidad política y un amplio rechazo formado por grupos variopintos:
- Carlistas, todavía activos en el País Vasco y Navarra (tercera guerra carlista)
- Republicanos, anticlericales que pedían reformas sociales y económicas.
- Guerra de Cuba: guerra de independencia desde 1868.
La alianza formada por unionistas, progresistas y demócratas comenzó a resquebrajarse y los “alfonsinos”, moderados partidarios del infante Alfonso de Borbón, rechazaban al nuevo rey. Impotente y cansado, Amadeo I abdicó en 1873 y regresó a Italia. Sin otra alternativa, las Cortes proclamaron la República el 11 de febrero de 1873.
La primera República (1873-1874)
COMIENZOS: La República fue proclamada por unas Cortes en las que no había una mayoría de republicanos. Las ideas republicanas tenían escaso apoyo social y contaban con la oposición de los poderosos: alta burguesía, terratenientes, la jerarquía eclesiástica, etc.
Los escasos republicanos pertenecían a la clase media urbana y pronto se dividieron en federalistas y unitarios. La debilidad del régimen provocó una inestabilidad política enorme y cuatro presidentes de la República se sucedieron en un año: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar.
REALIZACIONES: A pesar de la inestabilidad, los gobiernos (de mayoría federalista) emprendieron una serie de reformas “radicales” para la época que, en algunos casos, se volvieron contra el propio régimen republicano. Éstas fueron las principales medidas:
• Supresión impuesto de consumos reclamada por las clases populares que agravó el déficit.
• Eliminación de las quintas. Otra medida popular que debilitó al estado frente al carlismo.
• Reglamentación del trabajo infantil, abolición de la esclavitud en Cuba y Puerto Rico.
• Proyecto constitucional de nueva constitución en 1873 que no llegó a ser promulgada:
- Jefatura del Estado: Presidente de la República, elegido por sufr. universal.
- Ejecutivo: Presidente del gobierno
- Legislativo: Congreso y Senado por sufragio universal desde 21 años.
- Estado federal: diecisiete estados federados. Estado laico: separación Iglesia-Estado.
CRISIS: Este programa reformista se intentó llevar a cabo en un contexto totalmente adverso. Los gobiernos republicanos tuvieron que hacer frente a un triple desafío bélico:
• Nueva guerra civil carlista. Carlos VII, nieto de Carlos María Isidro, dirigió una nueva insurrección carlista en el Norte y, aprovechando el caos general, los carlistas llegaron a establecer un gobierno en Estella (Navarra).
• Sublevaciones cantonales. Los republicanos federales más extremistas se lanzaron a proclamar cantones, pequeños estados cuasi independientes en Valencia, Murcia y Andalucía, sublevándose contra el gobierno republicano de Madrid. El ejército consiguió reprimir la insurrección. La resistencia del cantón de Cartagena le convirtió en símbolo de este movimiento donde las ideas republicano-federales y anarquistas se entremezclaron.
• Guerra de Cuba. En 1868 se inició en isla caribeña una insurrección anticolonial que derivó en la “Guerra Larga” que no pudo ser sofocada.
• Conspiraciones militares alfonsinas. Ante el caos en el ejército se impuso la idea de la vuelta de los Borbones con el hijo de Isabel II, Alfonso y empezaron a conspirar en su favor.

La república del año 1874: el golpe del general Pavía y el camino a la Restauración.
El 4 de enero de 1874, el general Pavía encabezó un golpe militar. Las Cortes republicanas fueron disueltas y se estableció un gobierno presidido por el general Serrano que suspendió la Constitución y los derechos y libertades.
El régimen republicano se mantuvo nominalmente un año más, aunque la dictadura de Serrano fue un simple paso previa a la restauración de los Borbones que planeaban los alfonsinos con su líder Cánovas del Castillo. La restauración se vio finalmente precipitada por un golpe militar del general Martínez Campos el 29 de diciembre de 1874. El hijo de Isabel II fue proclamado rey de España con el título de Alfonso XII. Se iniciaba la Restauración.
ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN EL S. XIX
EVOLUCIÓN ECONÓMICA. AGRICULTURA, INDUSTRIA Y TRANSPORTES EN EL XIX
AGRICULTURA: vivió una profunda reforma basada en la abolición del régimen señorial, la supresión de los mayorazgos y las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz. Estas medidas permitieron que la tierra pudiera circular libremente en el mercado y favorecieron el desarrollo de una agricultura capitalista.
-Abolición del régimen señorial definitiva desde 1837. Liberada a señores y campesinos de una serie de obligaciones mutuas con lo cual la nobleza ya no ejercía ningún tipo de derechos ni privilegios sobre los campesinos, que pasaban a ser trabajadores libres.
-Supresión de los mayorazgos. Tradicionalmente en la nobleza heredaba sólo el primogénito y el patrimonio no podía venderse ni fragmentarse. Con la supresión de los mayorazgos se pudieron sacar a la venta gran número de tierras que habían permanecido fuera del mercado.
-Desamortización de 1837 no fue todo lo positiva que se esperaba:
• No solucionó el grave problema de la deuda pública (palió temporalmente el problema)
• Aumentó las desigualdades sociales porque la mayor parte de los bienes desamortizados fueron comprados por nobles y burgueses.
• No solucionó el problema del mal reparto de la tierra heredado de las repoblaciones.
Los resultados de la desamortización explican el apoyo de la nobleza al liberalismo y porqué muchos campesinos se hicieron antiliberales (carlistas). La Iglesia se vio perjudicada pero a cambio de la expropiación el Estado se comprometió a subvencionarla.
-Desamortización de 1855 que tampoco tuvo unos resultados muy positivos:
• Arruinó a los ayuntamientos, que, por ejemplo, costeaban la instrucción pública.
• No solucionó el problema de la deuda pública.
• Perjudicó a los vecinos más pobres que se vieron privados de las tierras comunales y muchos, arruinados, emigraron a América.
Consecuencias de la reforma agraria liberal:
1. Falta de inversiones y atraso técnico: La eliminación de señoríos, de la Mesta y la venta de nuevas tierras no hicieron que los nuevos propietarios modernizaran la agricultura debido a abundancia de mano de obra campesina y a la falta de industria que la absorbiese. Si creció la producción fue por el aumento de la superficie cultivada.
2. Tensión social: Los nuevos propietarios de la tierra aumentaron su presión sobre los campesinos y la situación de éstos, ya antes difícil, llegó al límite de la subsistencia. Esto generó revueltas y tensiones continuas que aumentarán en el s. XX.
3. Especialización agraria de algunas zonas gracias al aumento de la demanda de los mercados urbanos y del exterior. Acabaron por de formarse tradicionales monocultivos: vid en la Mancha, Jerez y la Rioja, olivos en Andalucía y cítricos en Levante.
4. Problemas pendientes no solucionados o agravados por la reforma agraria liberal:
- Desigual distribución de la propiedad sobre todo en la mitad sur.
- Miseria de los campesinos que degenerará por la dejadez de los gobiernos en una creciente inestabilidad sobre todo en Andalucía y Extremadura.
- Falta de inversiones y atraso técnico.


INDUSTRIA: España vio como la revolución que se había iniciado en Gran Bretaña y se extendía a otras zonas del continente, sólo afectaba de forma localizada a Cataluña y País Vasco y algunas zonas de Asturias. Diversos factores explican este retraso:
• Escasez de carbón y materias primas
• Geografía montañosa que dificultaba las comunicaciones .
• Atraso tecnológico y falta de capitales que hacía depender del capital exterior
• Bajo poder adquisitivo de la población que no fomentaba la producción.
• Inestabilidad política: pérdida del mercado colonial, guerra de independencia y guerras civiles.
La política comercial fue en general proteccionista y favoreció los intereses de los industriales del textil catalán y de los terratenientes castellanos cultivadores de trigo. Sólo en el Sexenio Democrático se intentó una política librecambista. En las Finanzas este período se caracteriza por las dificultades de la Hacienda estatal agobiada por la Deuda Pública. Pese a estos problemas se adoptaron algunas decisiones históricas:
• En 1856 se creó el Banco de España.
• En 1868 se adoptó la peseta como nueva unidad del sistema monetario.
Regiones industrializadas
1. Cataluña: se desarrolló la industria textil en la provincia de Barcelona. Se especializó en la lana y sobre todo el algodón, convirtiéndose en la “Manchester del Mediterráneo”. A finales del siglo Barcelona vivirá su edad dorada que durará hasta 1898.
2. País Vasco: la siderurgia se desarrolló en Bilbao en la 2ª mitad del XIX gracias a las buenas relaciones comerciales con Gran Bretaña hacia donde salía el hierro vasco y de donde venía carbón inglés de calidad que escaseaba en España.
3. Otras zonas: Sólo subsistía una débil industria lanera castellana y el principal foco industrial aparte de los anteriores era Asturias con minas de carbón y cierta siderurgia.
4. Minería: como en la antigüedad, la minería española dio sus últimas muestras de riqueza en el s. XIX cuando se convirtió en el primer producto de exportación por delante de los productos agrícolas y de la industria (plomo, cobre, azufre, mercurio).
TRANSPORTES: La expansión del ferrocarril fue un factor clave de modernización como en el resto del mundo. España llegó con retraso y las primeras líneas fueron en 1848 (BCN-Mataró) y en 1849 (MAD-Aranjuez). Tras la promulgación de la Ley de Ferrocarriles en 1855 tuvo lugar un verdadero "boom" del ferrocarril.
Esta ley favorecía la importación de material ferroviario que no era fabricado aquí lo que provocó el crecimiento de la red pero impidió el desarrollo de la siderurgia nacional.
La red ferroviaria fue trazada de forma irregular siguiendo los intereses de empresarios especuladores. Además siguió un trazado radial con centro en Madrid que no ayudó a las comunicaciones entre regiones.
Conclusión: Exceptuando algunas zonas industrializadas (Cataluña, P. Vasco y en menor medida Asturias) la industrialización en España fue un fracaso parcial. El país siguió subdesarrollado en el XIX con unas relaciones comerciales similares a las de las colonias: predominio de las exportaciones basadas en minerales y productos agrícolas.



LA EVOLUCIÓN SOCIAL. DEL ESTAMENTALISMO A LA SOCIEDAD DE CLASES
El principal rasgo de este período es la paulatina desaparición de la sociedad estamental y su sustitución por una sociedad de clases basada en el derecho de propiedad y en la igualdad ante la ley. Esta nueva sociedad permitió mucha mayor movilidad social, bien por el éxito en los negocios, la carrera administrativa o la militar.
Se configuró un nuevo grupo social dominante configurado por la alta burguesía (empresarios textiles catalanes, financieros madrileños y vascos...), la oligarquía terrateniente propietaria de grandes latifundios especialmente en la España meridional, y los altos cargos del estado y el ejército.
Por debajo emergieron unas clases medias urbanas no demasiado numerosas (pequeños propietarios rurales y urbanos, oficiales del ejército, funcionarios, médicos, profesores...).
La población campesina configuraba la mayoría de la población del país y era bastante heterogénea: propietarios, arrendatarios y jornaleros sin tierra que conformaban más de la mitad de la población rural.
Por último, ligada a la débil industrialización, se configuró un pequeño grupo de obreros industriales numerosos sólo en Barcelona, País Vasco, Asturias.
Los orígenes del movimiento obrero en España
La débil y muy localizada industrialización española explica la debilidad del movimiento obrero hasta el sexenio democrático. Se calcula que en 1860 había en torno a ciento cincuenta mil obreros industriales en el país, más de la mitad de los cuales vivía en Cataluña.
No obstante, ya desde la década de 1830 nacieron algunas asociaciones, como las “sociedades de auxilio mutuo” y se produjeron algunas protestas de carácter ludita (conflictos en 1835 en la fábrica “El Vapor” en Barcelona, o las protestas contra las “selfactinas” en 1854). Estas primeras manifestaciones del movimiento obrero fueron duramente reprimidas por los gobiernos de la época.
El movimiento obrero durante el sexenio democrático
Las libertades políticas permitieron un importante impulso al movimiento obrero durante el sexenio. En 1864 se había creado en Londres la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T), donde durante un cierto tiempo convivieron los seguidores de las ideas de Carlos Marx (marxistas o socialistas) y los seguidores de Mijaíl Bakunin (anarquistas).
Las nuevas libertades traídas por la "Revolución Gloriosa" permitieron la creación de la Sección Española de la A.I.T Su fundación se debió al impulso de un anarquista italiano y desde un principio en los "internacionalistas" españoles hubo claro predominio de la ideología anarquista y tuvo un mayor desarrollo en Cataluña. Por esas fechas se creó un pequeño grupo madrileño que poco después daría lugar al PSOE, fundado en la clandestinidad en 1879.

4. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL 1833-1868





4. LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL 1833-1868
I. LAS REGENCIAS Y EL PROBLEMA CARLISTA (1833-1843).
El problema carlista. Antecedentes: El problema sucesorio
En los últimos años de su vida, Fernando VII consiguió tener descendencia con su cuarta esposa, María Cristina, y nació Isabel de Borbón. Unos meses antes del parto, en previsión de que el recién nacido no fuera varón, el rey aprobó la Pragmática Sanción por la que se abolía la Ley Sálica que excluía del trono a las mujeres.
Carlos Mª Isidro, hermano del rey y hasta ese momento su sucesor, vio cerrado su camino al trono. Carlos no aceptó los derechos de su sobrina al trono apoyándose en sus partidarios, los denominados "apostólicos", núcleo del absolutismo más intransigente.
La guerra civil (1833-1839)
Tras la muerte de Fernando VII, se iniciaron levantamientos armados a favor del pretendiente Carlos. Comenzaba una guerra civil que iba a durar seis años y que dividió al país.
• ISABELINOS: formado por las altas jerarquías del ejército y la Iglesia. A ellos se unieron los liberales, que vieron la posibilidad de alcanzar el poder defendiendo los derechos dinásticos de Isabel.
• CARLISTAS: formado por todos los que se oponían al reformismo liberal: nobleza rural, bajo clero y el pequeño campesinado católico del Norte (Navarra, País Vasco, Cataluña rural y Maestrazgo). El carlismo esconde un conflicto campo-ciudad, porque en esas zonas las ciudades (Bilbao, Pamplona, San Sebastián) fueron liberales a lo largo del conflicto. El lema de los carlistas era “Dios, Patria, Fueros, Rey” y su programa político:
- Defensa de la monarquía absoluta y oposición radical a las reformas liberales
- Tradicionalismo católico y defensa de los intereses de la Iglesia
- Defensa de los fueros vasco-navarros
Destacaron dos militares: el carlista Zumalacárregui y el liberal Espartero. Tras unos primeros años inciertos en los que los carlistas lanzaron expediciones llegando a las puertas de Madrid, desde 1837 las derrotas carlistas fueron continuas y don Carlos terminó huyendo a Francia.
La guerra concluyó con el Convenio o Abrazo de Vergara (1839) firmado por Espartero y Maroto, principal líder carlista tras la muerte de Zumalacárregui. Este acuerdo reconocía los grados militares del ejército carlista, mantenía algunos privilegios forales y eliminaba otros.
LAS REGENCIAS DE MARÍA CRISTINA (1833-40) Y ESPARTERO (1840-1843)
La alianza de los liberales con la monarquía.
Ante la minoría de edad de Isabel, María Cristina de Borbón asumió la Regencia a la muerte de Fernando VII en 1833. Pese a las diferencias de ideario, los liberales eran la única fuerza capaz de mantenerla en el trono y María Cristina llamó a Martínez de la Rosa, un liberal moderado que emprendió tímidas reformas:
• Estatuto Real (1834). Carta Otorgada, concedida por voluntad Real, no una constitución:
- Cortes bicamerales: Cámara de Próceres (nobles y obispos de designación real) y Cámara de Procuradores, elegida por sufragio censitario muy restringido.
- Enorme poder del rey: podía convocar y suspender Cortes y cualquier ley.
- No hay separación de poderes ni se recogen los derechos ciudadanos.
Aparte del Estatuto Real, de breve vida, se tomaron otras medidas de mayor trascendencia:
- Abolición de la Inquisición tras ser suprimida y restaurada varias veces desde 1808.
- Creación de las provincias (1833) por el decreto de Javier de Burgos. Desde entonces están gobernadas por diputaciones y apenas ha sufrido cambios. En el ámbito castellanomanchego se crearon las cinco provincias actuales destacando la provincia de Albacete de nueva creación (a costa de Murcia, la Mancha y Cuenca). Unos años más tarde algunas reformas cedieron Requena y Utiel a Valencia y Villena a Alicante.
La escisión de los liberales.
La insuficiencia de las reformas llevó la escisión de los liberales en dos grupos: moderados y progresistas.
Los liberales progresistas, antiguos exaltados, mantendrán el siguiente ideario:
• Limitación del poder de la Corona: Soberanía nacional
• Ampliación de las libertades y los derechos.
• Reformas radicales: desamortización de los bienes del clero y de los ayuntamientos.
• Sufragio censitario más amplio.
• Elección popular de alcaldes y concejales en los ayuntamientos.
• Liberalismo económico y reducción de la protección arancelaria.
• Constitución de la Milicia Nacional, como garante de las libertades.
Los progresistas tuvieron su apoyo en las clases medias urbanas: artesanos, tenderos, empleados y sus dirigentes fueron Espartero, Mendizábal, Madoz y Prim.
Los liberales moderados plantearon un programa mucho más conservador:
• Aumento del poder real: Soberanía compartida.
• Orden y autoridad fuerte: fortalecimiento del poder real y libertades restringidas.
• Rechazo a las reformas que pusieran en cuestión sus propiedades. (No obstante no devolvieron sus propiedades al clero o a los ayuntamientos desamortizados).
• Sufragio censitario restringido.
• Designación de los ayuntamientos por el gobierno central.
• Supresión de la Milicia Nacional.
Su apoyo residía en las clases altas del país: terratenientes y la gran burguesía. Sus principales dirigentes fueron Martínez de la Rosa, el general Narváez y Alejandro Mon.
Los progresistas en el poder (1837)
ANTECEDENTES: "Sargentada de la Granja" (1836): los sargentos de la Guardia Real obligaron a la Regente a suspender el Estatuto Real y proclamar la Constitución de 1812. María Cristina tuvo que llamar a los progresistas al poder (Calatrava, Mendizábal). Éstos llevaron a cabo reformas que desmantelaron definitivamente el sistema feudal medieval:
• Desamortización de Mendizábal (1836): incautación y posterior venta de los bienes eclesiásticos sobre todo del clero regular. El objetivo era triple:
-Obtener dinero para la guerra de la venta de las tierras.
-Realizar una reforma agraria que beneficiase a los campesinos más pobres
-Crear una clase media rural que simpatizase con los liberales.
La burguesía manipuló para que se dividieran las tierras en grandes lotes que el campesinado no podía comprar. Así las clases adineradas hicieron un gran negocio y la tierra cambió de dueño pero su propiedad siguió en manos de unos pocos. Esto generó un gran malestar en el campo porque pocos se beneficiaron y muchos campesinos pasaron de siervos a jornaleros empeorando su situación.
• Abolición de los señoríos: los señoríos jurisdiccionales desaparecieron definitivamente y las tierras pasaron a ser propiedad privada de los nobles (antes no lo eran)
• Supresión del diezmo: La iglesia se vio privada de la décima parte de los impuestos.
La Constitución de 1837 es fruto de la búsqueda de compromiso con los moderados mediante una serie de concesiones. Es progresista pero abandona los principios democráticos de 1812:
• Soberanía nacional
• División de poderes: ejecutivo (Rey), legislativo (Cortes) y judicial.
• Cortes bicamerales: Congreso de los Diputados y Senado (1812 unicamerales)
o Senado nombrado por el rey entre la aristocracia y el alto clero.
o Sufragio censitario (1812 universal indirecto).
• Ejecutivo: el Rey.
o Designa a ministros que deben ser aceptados por las Cortes.
o Veto ilimitado (1812 limitado).
o Convoca y disuelve las Cortes (1812 no).
• Derechos individuales y libertad de imprenta, opinión y publicación.
• Estado aconfesional: pero se mantiene económicamente a la Iglesia (1812 católico).
La caída de María Cristina y la regencia de Espartero
La oposición de la Regente a la Ley de Ayuntamientos de 1840 (elección alcaldes y concejales) y otros problemas que le forzaron a renunciar y a exiliarse. Nuevo Regente: el General Espartero (1840-1843) liberal progresista:
• Continuación de la desamortización comenzada por Mendizábal.
• Acuerdo librecambista con Inglaterra. Éste engendró grandes protestas en Barcelona que fueron duramente reprimidas. El bombardeo de la ciudad llevó a que Espartero perdiera toda su popularidad, incluso entre los propios progresistas.
Finalmente, una sublevación militar organizada por los moderados, a la que se unieron algunos progresistas, precipitó el fin de la Regencia de Espartero. Las nuevas autoridades aceleraron, pese a tener solo catorce años, la coronación como reina de Isabel II.
II. LA DÉCADA MODERADA (1844-1854)
Isabel II mostró desde un principio su preferencia por los moderados. Esto dejó fuera del juego político al partido progresista que optó por negarse a participar en unas consultas electorales claramente amañadas y preparar pronunciamientos.
El nuevo gabinete fue presidido por el general Narváez, que tuvo que sofocar una segunda guerra carlista que no pasó de una guerra de guerrillas en el Norte. Otras acciones fueron:
• Creación de la Guardia Civil, fuerza armada encargada de aplicar la ley y orden en el medio rural y supresión de la Milicia Nacional.
• Ley de Ayuntamientos que reservaba al gobierno el nombramiento de los alcaldes.
• Reforma del sistema fiscal de Alejandro Mon. Se creó un nuevo sistema fiscal racional, eficaz y moderno, que puso fin al sistema tributario del Antiguo Régimen.
• Concordato de 1851. El Papa reconoce a Isabel II como reina y acepta la pérdida de los bienes ya desamortizados. A cambio el gobierno español se comprometió a subvencionar a la Iglesia y a entregarle el control de la enseñanza y de la censura.
Constitución de 1845 vino a sustituir a la de 1837. De carácter más conservador que la anterior es de ideología liberal moderada y otorga más poder a la Corona:
• Soberanía compartida del Rey y las Cortes.
• División de poderes: Aumento del poder político de la Corona.
• Cortes bicamerales y sufragio censitario restringido (más que en 1837).
• Recorte de los derechos individuales, especialmente la libertad de expresión.
• Confesionalidad del Estado: “La religión de la nación española es la católica”.
III. EL BIENIO PROGRESISTA Y LA VUELTA AL MODERANTISMO (1854-1868)
El bienio progresista (1854-1856)
El autoritarismo de Narváez propició un creciente descontento: pronunciamiento de Vicálvaro (O'Donnell) y Manifiesto de Manzanares (O`Donnell y Serrano) con promesas progresistas. El golpe triunfó y se formó un gobierno presidido por Espartero.
En este gobierno destacó el general O'Donnell que creó un nuevo partido, la Unión Liberal, que cubría el espacio de centro entre moderados y progresistas. Durante este corto período destacaron las siguientes medidas:
• Desamortización general de Madoz (1855): civil y eclesiástica. Venta de bienes del clero secular (parroquias), de los municipios -bienes de propios (arrendados) y comunales (tierras aprovechadas por campesinos pobres)-, de las órdenes, de la beneficencia, etc. Las consecuencias de esta desamortización fueron variadas:
- Saneamiento de la Hacienda Pública.
- Aumento de la superficie cultivada y de la productividad.
- Empobrecimiento de municipios y campesinado que dio lugar a la emigración a América.
• Nuevas Cortes Constituyentes iniciaron la elaboración de una nueva constitución más progresista que no llegó a aplicarse: Constitución “non nata” de 1856.
• Ley de Ferrocarriles: propició la modernización económica del país impulsando el ferrocarril quitando trabas a la inversión extranjera.
La vuelta al moderantismo (1856-1868)
Las rivalidades provocaron la ruptura entre Espartero y O'Donnell, que dio un golpe de estado que trajo la vuelta de Narváez al poder en 1856. Se volvía así al régimen de la Constitución de 1845 con alternancia entre moderados de Narváez y la Unión Liberal de O`Donnell.
Gobiernos de O`Donnell: Esta época estuvo marcada por la euforia económica ("boom" de los ferrocarriles) y por el intervencionismo exterior: guerra de Marruecos, contra Perú y Chile, intento de recuperar Santo Domingo, expedición a México y a Cochinchina,.. Esta amplia actividad bélica buscaba devolver el prestigio del imperio perdido en América pero apenas dio resultado práctico para el país ni se lograron nuevas colonias.
Gobiernos de Narváez: En 1863 las discrepancias entre la reina y O`Donnell provocaron la vuelta de Narváez. La bonanza económica llegó a su fin, hubo malas cosechas y revueltas campesinas. A esto se sumaron las críticas contra el gobierno moderado porque gobernaba de forma autoritaria, consintiendo la corrupción y recortando libertades.
La expulsión de profesores simpatizantes con la oposición provocó una revuelta estudiantil que fue sofocada violentamente - Noche de San Daniel- al igual que el motín del cuartel de San Gil en Madrid. La brutal represión suscitó muchas críticas y el creciente autoritarismo de Narváez llevó a la formación del Pacto de Ostende: Unión Liberal, progresistas, demócratas y republicanos se aliaron para derribar a Isabel II y el régimen moderado.
En septiembre de 1868 estalló la revolución en Cádiz cuando una escuadra al mando de Topete se sublevó al grito de “Viva España con honra”. Pronto se unieron varios militares, las pocas tropas leales fueron vencidas, el gobierno dimitió y la revolución “Gloriosa” triunfó destronando a Isabel II.

3. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1808-1833)





I. LA CRISIS DE 1808 Y LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Repercusiones de la Revolución Francesa y alianza con Napoleón
El recién ascendido al trono Carlos IV (1788-1808) y sus gobierno desde el momento en que se inició la revolución en Francia intentaron evitar cualquier “contagio” revolucionario procedente del país vecino a través del control de las aduanas y una estricta censura ( renacer de la Inquisición ). En 1792 Carlos IV nombró ministro al favorito de la reina, Manuel Godoy, guardia de origen plebeyo que se convertiría en la figura clave del resto del reinado.
La ejecución de Luis XVI en 1793 provocó la ruptura de la tradicional alianza con Francia (Pactos de Familia). España se unió a una coalición internacional denominada Guerra de la Convención pero fue derrotada de forma rápida. El fracaso precipitó la firma de la Paz de Basilea, por la que nuestro país volvió a la tradicional alianza con Francia contra Inglaterra (Tratado de San Ildefonso 1796).
Debido a la debilidad de Godoy y al ascenso de Napoleón, se iniciaba en España una creciente dependencia de la política exterior francesa y, como consecuencia, enfrentamiento con Inglaterra: victoria sobre Portugal (aliada de Inglaterra) en la “Guerra de las Naranjas" y la catástrofe naval de la armada franco-española frente al almirante inglés Nelson en Trafalgar en 1805.
La derrota naval de Trafalgar desbarató el poder marítimo español, el comercio con América sufrió una drástica disminución y la crisis económica generó un enorme déficit del Estado. A pesar de estos fracasos Godoy firmó el Tratado de Fontainebleau en 1807 por el que autorizaba la entrada y el establecimiento de tropas francesas en España con el propósito de invadir Portugal.
Godoy era muy criticado por la nobleza, contraria a tener a un plebeyo de gobernante, y por el clero que temía los intentos de desamortizar sus tierras. Esto provocó la formación de un grupo de oposición en torno al Príncipe de Asturias, Fernando, que rápidamente se puso a maniobrar para acabar con el gobierno de Godoy.
La Guerra de la Independencia
Pronto se hizo evidente que la entrada consentida de las tropas napoleónicas se había convertido en una verdadera ocupación. Consciente de ello, Godoy preparó la huida de la Corte hacia Andalucía y se desplazó a Aranjuez.
Allí sus planes se van a ver frustrados el 19 de marzo de 1808 cuando estalló un motín popular organizado por la facción de la Corte partidaria del príncipe de Asturias. El Motín de Aranjuez precipitó la caída de Godoy y, lo más importante aún, obligó a Carlos IV a abdicar en su hijo con el título de Fernando VII.
El enfrentamiento entre Fernando y Carlos IV tenía un único árbitro posible. Napoleón llamó a padre e hijo a Bayona en Francia y les forzó a abdicar en su hermano José Bonaparte. Fueron las Abdicaciones de Bayona por las que los Borbones cedieron sus derechos a Napoleón. Tratando de atraerse a los ilustrados, el nuevo monarca José I publicó el Estatuto de Bayona (1808), carta otorgada que concedía algunos derechos liberales.
Ante la evidencia de la invasión francesa, el descontento popular acabó por estallar: el 2 de mayo de 1808 se inicia una insurrección en Madrid abortada por la represión de las tropas napoleónicas. Los días siguientes los levantamientos antifranceses se extienden por todo el país. Se inicia la Guerra de la Independencia (1808-1814).
Tras el levantamiento general contra los invasores, las tropas españolas consiguieron algún triunfo como la victoria de Bailén en julio de 1808. Para poner fin a la insurrección, el propio Napoleón, al frente de 250.000 hombres, vino en otoño a la península ocupando la mayor parte del país especialmente las ciudades mientras que las zonas periféricas y las montañosas resistieron y se inició la "guerra de guerrillas", pesadilla del ejército francés. También destacaron los “sitios” que sufrieron varias ciudades al negarse a capitular (Zaragoza, Gerona)
Durante seis años, se enfrentaron el ejército francés, con el apoyo de los "afrancesados", y la guerrilla española, formada por antiguos militares españoles y campesinos, ayudados por el ejército británico enviado a la península.
1812 fue el año decisivo porque Napoleón retiró tropas para Rusia y esto fue aprovechado por el ejército del general británico Wellington que, junto con españoles y portugueses, derrotó sucesivamente a los franceses (Arapiles, San Marcial). La península fue liberada casi y, tras la catástrofe en Rusia, un Napoleón debilitado devolvió la corona a Fernando por el Tratado de Valençay (diciembre de 1813) y las tropas francesas abandonaran el país.
En este conflicto la población civil padeció los efectos de lo que se ha denominado la primera “guerra total” con un balance aterrador: cientos de miles de muertos, gran destrucción de patrimonio y de la incipiente industria.
II. LA REVOLUCIÓN LIBERAL: LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Las Juntas Provinciales y la Junta Central
Pese a que los Borbones habían ordenado que se obedeciera al nuevo rey José I, muchos españoles se negaron a obedecer a una autoridad que se veía como ilegítima. Para llenar ese vacío y organizar la espontánea insurrección contra los franceses se organizaron Juntas Provinciales que asumieron la soberanía. En septiembre éstas constituyeron la Junta Central que asumió los poderes soberanos y se estableció como máximo órgano de gobierno.
Fruto de esta nueva situación, la Junta Central convocó reunión de Cortes extraordinarias, medida revolucionaria al no estar presente el rey. Finalmente, en 1810, la Junta cedió el poder a un Consejo de Regencia. Así, la guerra de independencia desencadenó la quiebra de la monarquía absolutista del Antiguo Régimen e España.
Las Cortes de Cádiz
La celebración de elecciones en situación de guerra propició que en las Cortes predominasen los elementos burgueses procedentes de las ciudades comerciales del litoral. Las sesiones de Cortes comenzaron en 1810 en Cádiz, la única ciudad libre de tropas francesas, y muy pronto se formaron dos grupos de diputados enfrentados:
• Liberales: partidarios de reformas revolucionarias, inspiradas en los principios de la revolución francesa.
• Absolutistas: partidarios del mantenimiento del Antiguo Régimen (monarquía absoluta, sociedad estamental).
La mayoría liberal, aprovechándose de la ausencia del rey, inició la primera revolución liberal burguesa en España, con dos objetivos: realizar reformas que acabaran con el Antiguo Régimen y aprobar una Constitución que cambiara el régimen político del país. Las principales reformas de las Cortes de Cádiz en el periodo 1810-13 fueron:
• Abolición del régimen señorial: supresión de los señoríos jurisdiccionales. Sin embargo, la nobleza mantuvo la propiedad de casi todas sus tierras.
• Abolición de los gremios y libertad económica, comercial, de trabajo y de fabricación
• Supresión de la Inquisición
• Libertad de imprenta
• Tímida desamortización de algunos bienes de la Iglesia.




La constitución de 1812
Aprobada el 19 de marzo de 1812 y popularmente conocida como “La Pepa”, este texto legal fue la primera constitución de España y está considerada como uno de los grandes textos liberales de la historia, siendo muy célebre en su tiempo. Estos son los rasgos principales de la Constitución:
• Soberanía nacional. El poder reside en la nación, idea opuesta a la soberanía real.
• División de Poderes.
1. Poder legislativo: Cortes Unicamerales
2. Poder judicial: tribunales (iguales para todos)
3. Poder ejecutivo: Rey, pero con importantes limitaciones:
- No puede disolver las Cortes
- Sus órdenes deben ir validadas por la firma del Ministro correspondiente
- Nombra a los ministros, pero éstos deben ser refrendados por las Cortes (“doble confianza”).
• Sufragio universal masculino indirecto de complicado procedimiento. Todos los hombres mayores de 25 años, que elegían a unos compromisarios que a su vez elegían a los diputados.
• Igualdad de los ciudadanos ante la ley que supuso el fin de los privilegios estamentales. El pago de impuestos y el servicio militar son obligatorios a todos.
• Derechos individuales: a la educación, inviolabilidad del domicilio, libertad de expresión y de la propiedad.
• Se omite toda referencia a los territorios con fueros, lo que equivalía a su no reconocimiento. No obstante, los regímenes forales de las provincias vascas y de Navarra no se derogaron explícitamente.
• El catolicismo es la única confesión religiosa permitida. La necesidad de contar con la colaboración del clero en la lucha contra los franceses explica este rasgo intolerante
III. EL REINADO DE FERNANDO VII:
El sexenio absolutista (1814-1823)
Tras el Tratado de Valençay (1813) Fernando VII se preparó para regresar a un país donde gobernaban unos principios políticos completamente contrarios a sus convicciones absolutistas. El monarca demoró su regreso a Madrid tanteando la situación ante la cada vez más evidente debilidad de los liberales en el interior del país.
Fernando VII entró en España en marzo de 1814, recibido por continuas aclamaciones populares. En abril un grupo de diputados absolutistas le presentó un documento conocido como Manifiesto de los Persas, en el que reclamaban la vuelta al absolutismo. Finalmente el rey se decidió y emitió un decreto que disolvía las Cortes, abolía la Constitución, las leyes y reformas aprobadas por las Cortes de Cádiz y restablecía el absolutismo.
Mientras en Europa se estaba reorganizando el equilibrio de Europa tras Napoleón, Fernando VII se mostró desinteresado por los asuntos externos. Así, pese a haberse enfrentado con el emperador francés, España quedó marginada por las potencias vencedoras de Napoleón en el Congreso de Viena de 1815. España, destrozada por la guerra de Independencia, quedó relegada a un papel secundario en el plano internacional.
Con un país arruinado por la guerra Fernando VII, defensor del mantenimiento de los privilegios estamentales, se negó a emprender cualquier reforma fiscal que incrementara los ingresos de un Estado en quiebra por temor a perder el apoyo de los privilegiados.
La labor del gobierno de Fernando VI se centró en la represión de los enemigos de la restaurada monarquía absoluta. Miles de “afrancesados” tuvieron que exiliarse del país y se inició una dura persecución contra los liberales. Muchos militares, entre ellos antiguos héroes de la guerra de la Independencia, defendían posturas liberales y para hacer frente a la represión se integraron en sociedades secretas de ideología liberal como la masonería. Estos militares protagonizaron diversas intentonas de golpe militar o pronunciamiento: Espoz y Mina en 1814, Díaz Porlier en 1815, Lacy en 1817… Todos los intentos de golpe fueron duramente reprimidos.
El trienio liberal (1820-1823)
Finalmente, un pronunciamiento liberal terminó por triunfar en Cabezas de San Juan. El teniente coronel Riego, al frente de un ejército que se preparaba a partir hacia América a luchar contra los rebeldes, proclamó la Constitución de 1812. La insurrección se generalizó y Fernando VII, atemorizado, juró la Constitución.
Por primera vez se aplicaba la Constitución de 1812 en una situación de paz y con el monarca en el país. Fernando VII, convencido absolutista, trató de obstruir desde un principio la labor de los gobiernos liberales y el normal funcionamiento constitucional. Esta actitud del rey va a provocar una fractura política que se extenderá durante décadas: la escisión de los liberales.
 “Doceañistas”: pretendían modificar la Constitución buscando un pacto con el Rey (futuros moderados).
 “Veinteañistas” pedían la aplicación estricta de la Constitución de 1812. Conocidos también como los “exaltados”, serán los futuros progresistas
El gobierno liberal del Trienio aplicó una política anticlerical: expulsión de los jesuitas, abolición del diezmo, supresión de la Inquisición, desamortización de los bienes de las órdenes religiosas, etc. Estas medidas trataban de debilitar a una poderosa Iglesia opuesta a la desaparición de sus privilegios y del Antiguo Régimen.
Debido a la política anticlerical y a la crisis económica surgieron movimientos de protesta contra el gobierno liberal. Esta contrarrevolución realista se concretará en la aparición de una guerrilla de campesinos influenciados por la Iglesia en el País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña. Alentados por las protestas, la oposición absolutista se aventuró a crear un gobierno absolutista en los Pirineos, alternativo al liberal de Madrid.

FIN DEL TRIENIO LIBERAL: Las grandes potencias absolutistas (Prusia, Austria, Rusia y Francia) vencedoras sobre Napoleón y coaligadas (Santa Alianza) se comprometieron a intervenir ante cualquier amenaza liberal que surgiera en Europa contra los principios de la Restauración (absolutismo, antiguo régimen). Así, reunidas en el Congreso en Verona, acordaron la intervención en España y en 1823 un ejército francés, conocido como los “Cien Mil Hijos de San Luis”, entró y, sin encontrar resistencia popular, conquistó fácilmente el país y puso fin al gobierno liberal en Cádiz reponiendo como monarca absolutista a Fernando VII.
La década ominosa (1823-1833)
El mismo día en que Fernando VII fue “liberado” por los “Cien Mil Hijos de San Luis” promulgó un decreto que anulaba todo lo legislado durante el Trienio. El monarca trataba de nuevo de volver al absolutismo y al Antiguo Régimen y se inició la represión contra los liberales. La presión de Francia ante la violencia con la oposición y contra la Inquisición, que tenía mala fama en Europa, llevó al rey a declarar una amnistía y a no restablecer el Santo Oficio (se crearon Juntas de Fe con parecidas funciones).
En 1824 y tras una larga guerra se perdieron casi todas las colonias del imperio americano en la batalla de Ayacucho lo que agravó la difícil situación de la Hacienda. Los problemas económicos forzaron al rey a hacer tímidas reformas, próximas al despotismo Ilustrado, para intentar atraerse a la burguesía de Madrid y Barcelona. Estas reformas son mal vistas por los sectores tradicionalistas de la nobleza y el clero que se alejarán del rey. Fernando VII, sin dejar de defender el absolutismo, se vio obligado a iniciar un acercamiento a algunos liberales moderados. El bando absolutista se agrupó en torno al hermano menor del rey, Carlos María Isidro que, ante la falta de descendencia real, se veía como futuro sucesor de su hermano en el trono. Los hechos más importantes de esos años fueron:
- Conspiraciones liberales (Torrijos) que fracasaron y llevaron al rey a disolver el ejército y a pedir a Francia el mantenimiento de los Cien Mil Hijos de San Luis hasta que se reorganizasen las fuerzas armadas.
- Sublevaciones ultrarrealistas de campesinos dirigidos por el clero cuyo ideario era una mezcla de ultracatolicismo y malestar social. Pedían la vuelta de la Inquisición, la persecución a los liberales, etc. (revuelta de los Malcontents en Cataluña).
- Reforma de la Hacienda que permitió un cierto equilibrio presupuestario.
La Emancipación de las colonias americanas

Diversos factores explican el desencadenamiento del movimiento independentista:
 Descontento de los criollos, descendientes de españoles nacidos en América, quienes pese a su riqueza tenían vedado el acceso a los grandes cargos políticos en las colonias, reservados a los peninsulares.
 Limitaciones al libre comercio y al desarrollo económico de las colonias impuestas por el régimen colonial. Estas limitaciones perjudicaban económicamente a la burguesía criolla.
 Influencia de las ideas ilustradas y ejemplo de la independencia de los Estados Unidos de América.
 Crisis política producida por la invasión napoleónica, que privó de legitimidad a las autoridades que representaban a la monarquía de José I en las colonias.
En el proceso de independencia se pueden distinguir dos grandes etapas:
1808-1814
Los territorios americanos se declararon independientes de la España napoleónica, pero mantuvieron sus lazos con las autoridades de Cádiz, enviando representantes a las Cortes.
Cuando Fernando VII fue repuesto en el trono, todas las colonias, excepto Argentina, volvieron a unirse a la Corona española, se reinstauró el absolutismo y se persiguió a los liberales y a los que pedían autonomía o independencia.
1814-1824
La vuelta al absolutismo provocó malestar y propició pronunciamientos militares que derivaron hacia posturas independentistas debido a la represión brutal de los españoles. Esta deriva fue alentada por Inglaterra, que quería hacerse con el control económico de la zona, y por Estados Unidos.
Entre los caudillos independentistas sobresalen las figuras de San Martín y Bolívar. Las guerras de independencia siguieron una trayectoria compleja y culminaron con la derrota española en Ayacucho en 1824. Esta batalla puso fin a la dominación española en América. Sólo Cuba y Puerto Rico siguieron ligadas a la metrópoli.
Simón Bolívar planteó la unidad americana tras el fin del imperio hispánico. Las rivalidades locales, las mezquindades de los nuevos dirigentes, el atraso económico, las dificultades de comunicación y las maniobras de Estados Unidos llevaron al fracaso del ideal bolivariano y a la fragmentación política de la América hispánica.

2.-RAÍCES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA





6.-EL RÉGIMEN POLISINODIAL DE LOS AUSTRIAS

La organización institucional de los Austrias mantuvo básicamente la estructura diseñada por los Reyes Católicos. La monarquía estaba en la cúspide del sistema y funcionaba como factor unificador, si bien los diversos territorios mantenían sus propias instituciones y su legislación, por lo cual no podemos hablar de monarquía absoluta en sentido estricto.
El gobierno lo ejercía el rey auxiliado por un sistema polisinodial o de consejos. El funcionamiento de los consejos se basaba en las consultas del consejo al monarca para que este decidiera. La composición era principalmente de letrados. Su aparición se heredó en algunos casos de la Edad Media, como los de Aragón, Castilla y Navarra, en otros fueron disgregaciones de consejos anteriores (Italia e Indias) y por último otros que surgen con el encargo de tratar un asunto particular. Hay tres tipos de consejos:

1. Consejo de Estado: Era el órgano supremo de asesoramiento al monarca por encima de los demás consejos. Estaba dirigido por el rey y se componía de miembros de la alta nobleza y miembros de otros consejos. Trataba asuntos de política exterior, la guerra y la paz y todas las grandes cuestiones de Estado.

2. Consejos TERRITORIALES en un determinado territorio

• Consejo Real de Castilla: Su presidente fue siempre la primera autoridad después del Rey. Tiene competencias judiciales y legislativas.
• Consejo de Aragón: Con jurisdicción sobre toda la Corona. No tuvo tanto poder por la existencia de virreyes que absorbían parte de las competencias.
• Consejo de Indias, Consejo de Italia, C. de Portugal, C. de Flandes, C. de Navarra.

3. Consejos TEMÁTICOS

• Consejo de Guerra: Es el segundo y último de los dirigidos por el monarca. Se divide en dos secretarías, la de tierra y la de mar.
• Consejo de las Órdenes Militares: Gobierno y administración de los territorios en posesión de las órdenes militares (Santiago, Montesa, Calatrava).
• Consejo de Hacienda, Consejo de Inquisición, etc.

A partir de 1700 se van suprimiendo consejos o reduciendo sus plantillas. Sus materias pasan a los Secretarios de Estado hasta su liquidación a principios del XIX.

La administración territorial bajo los Austrias
Cada territorio conservaba sus instituciones propias y, menos Castilla, cierto autogobierno sólo limitado por la existencia de virreyes (los territorios de la Corona de Aragón, Italia, Indias…). Desde el principio hay dos teorías de cómo concebir la unidad de España que lucharán entre sí:
• Monarquía centralista: que suprimiera privilegios territoriales y unificara las leyes en todo el reino. Sus mayores partidarios estaban en Castilla, territorio que soportaba los impuestos más gravosos.
• Monarquía descentralizada: o federalista defendida por los que querían seguir manteniendo os privilegios de algunos territorios que aportaban menos: Aragón, Portugal, Países Bajos, Nápoles.





7.- CREACIÓN DEL IMPERIO COLONIAL: FORMAS DE COLONIZACIÓN DE AMÉRICA (SIGLOS XVI al XVII)

Tras el tratado de Tordesillas (1494) entre Castilla y Portugal, los episodios históricos principales son:
1. Descubrimiento de América (12 de octubre de 1492) por Colón, que, en las Capitulaciones de Santa Fe recibió de los RRCC el nombramiento de Almirante vitalicio de las tierras descubiertas, el título de virrey, la décima parte de las riquezas…
2. Conquista de México. Hernán Cortés en 1519 llegó a la capital del imperio azteca, Tenochtitlán, siendo bien recibido por el emperador Moctezuma, a quien hizo prisionero. Esto provocó un levantamiento indígena que hizo huir a los castellanos (“Noche triste”). Cortés y su ejército regresaron y vencieron a los aztecas en 1521 (Otumba).
3. Conquista de Perú. Pizarro ocupó Cuzco en 1533, aprovechando la guerra civil entre el Inca Atahualpa y su hermano Huáscar. En 1543 se fundó el Virreinato del Perú. Desde allí, primero Diego de Almagro y luego Pedro de Valdivia se internaron en Chile.
4. Otros episodios: descubrimiento del Pacífico por Núñez de Balboa (1513), la exploración del Amazonas por Orellana, la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano (1519-29).
Las Indias eran parte de la Corona de Castilla, y la colonización se hizo de la siguiente forma:
1. EXPLOTACIÓN ECONÓMICA: Los españoles se sirvieron de dos instituciones:
• La encomienda o repartimiento de indios. Institución feudal parecida a los señoríos feudales de la península, consistía en la adjudicación de un número de indios junto con un lote de tierras. Los abusos fueron tantos que la monarquía intentó suprimirla en diversas ocasiones.
• La mita. Era una forma de trabajo precolombina que los castellanos mantuvieron. Cada poblado indígena tenía que suministrar un contingente para trabajar en las minas. Poco acostumbrados a tareas tan duras, la mortalidad de los indígenas era tan muy alta que tuvo que importarse de África esclavos negros, más resistentes.
2. ORGANIZACIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA. Para colonizar un territorio se solía leer ante los indígenas un documento –Requerimiento- en el que se les requería la sumisión al rey español, al Papa, a la Iglesia … Si no respondían positivamente, la ocupación se llevaba a cabo por medios violentos.
Por otro lado, la corona creó una serie de instituciones encargadas de organizar los intercambios con América y su administración. Las más importantes fueron:
• Casa de Contratación de Sevilla (1503): gestionaba el monopolio del comercio y la navegación hacia América. Organizaba cada año una o dos flotas mercantes, y promovía investigaciones científicas relacionadas con la navegación.
• Consejo de Indias. Suprema jurisdicción judicial y del gobierno del Nuevo Mundo. Proponía al rey las personas que debían ocupar cargos en América, ejercía de tribunal supremo, etc.
• Virreyes: Nombrados directamente por el rey, eran la máxima autoridad. Poseían amplios poderes y nombraban la mayoría de los cargos civiles y eclesiásticos. Hubo cuatro virreinatos: Nueva España y Perú (s. XVI) y Nueva Granada y Río de la Plata (creados en el s. XVIII).
• Audiencias: Fueron el máximo órgano de gobierno. Actuaban como órgano de consulta de los virreyes, como alto tribunal de justicia y nombraba corregidores.
• Corregidores: gobernaban sobre territorios con mucha población indígena.
• Cabildos. Eran los órganos de gobierno de las ciudades.

3. CULTURA Y RELIGIÓN. Uno de los argumentos de los ocupantes españoles fue el de la necesidad de evangelizar a los indígenas. Por ello, diversas órdenes religiosas (franciscanos, jesuitas, carmelitas…) fundaron una extensa red de templos, conventos y misiones. Pese a algunas experiencias innovadoras y civilizadas (jesuitas) en general la Iglesia colaboró en la explotación de la población local. Hubo personas como fray Bartolomé de las Casas que criticaron la legitimidad de la conquista, los abusos hacia los indígenas y lograron la promulgación de leyes como las Leyes de Indias que castigaban duramente el maltrato hacia los indígenas (en la práctica los abusos fueron abundantísimos).



Las consecuencias para España fueron enormemente importantes:
1. La colonización sirvió como válvula de escape demográfico.
2. Llegaron nuevos productos agrícolas (tabaco, tomate, patata, cacao…).
3. La llegada de metales preciosos benefició a corto plazo pero disparó la inflación (“revolución de los precios”) que arruinó las manufacturas castellanas que ya no pudieron competir con las europeas por su elevado precio.
4. La riqueza generada por la llegada de oro y plata no se invirtió en mejorar la agricultura o las manufacturas, sino en gastos suntuarios y en guerras, lo que a la larga empobreció al país.
Para los territorios americanos el balance es aún más negativo:
1. Descenso demográfico dramático debido a la violencia, la explotación, pero sobre todo a las epidemias de gripe, viruela… Según investigaciones, en 1492 vivían en América de 50 a 100 millones de personas y a mediados del siglo XVII quedaba el 10%.
2. El expolio de los recursos naturales.
3. La destrucción de los modos de vida propios y culturas autóctonas.
































8.-MONARQUÍA ESPAÑOLA: CENTRALIZACIÓN Y RACIONALIZACIÓN ADMINISTRATIVA BAJO LOS BORBONES. DECRETOS DE NUEVA PLANTA

El siglo XVIII se inaugura con una nueva dinastía, los Borbones, con grandes proyectos y reformas que pretenden sacar al país del atraso del siglo anterior inspiradas en el movimiento de la Ilustración.
El cambio de dinastía en España. La Guerra de Sucesión (1701-13/15).
Carlos II eligió como heredero al francés Felipe de Anjou, frente al candidato austriaco, Carlos de Habsburgo, pensando que los poderosos Borbones podrían defender mejor los intereses de los territorios españoles. Esto rompía el equilibrio europeo a favor de Francia, lo que provoca una guerra que supone:
1. Guerra europea. Inglaterra, Holanda, Austria y Portugal se unieron en una coalición antiborbónica.
2. Guerra civil. En España había partidarios de ambos candidatos, Castilla apoyó al Borbón y la Corona de Aragón a Carlos, por temor al centralismo borbónico.
Cuando el archiduque Carlos se convierte en emperador de Austria (1711), Inglaterra y Holanda dejan de apoyar su causa para evitar la hegemonía de la casa de Austria. Finalizada la contienda se firman el tratado de Paz de Utrecht, 1713 con los siguientes acuerdos
• Reconocimiento de Felipe V como rey a cambio de su renuncia al trono francés. La monarquía española pierde todas sus posesiones europeas que pasan a Austria (Flandes e Italia).
• Gibraltar y Menorca fueron cedidas a Inglaterra que obtuvo concesiones comerciales en Indias.

El reformismo borbónico. Centralización y Racionalización administrativa.
Bajo el lema “todo para el pueblo pero sin el pueblo” la dinastía borbónica se dejó aconsejar por numerosos pensadores ilustrados pero el peso de la Iglesia y la nobleza frenó muchas reformas:
1. Reformas político-administrativas. En el siglo XVIII culmina el proceso de concentración del poder iniciado con la monarquía autoritaria de los Reyes Católicos. Los Borbones españoles emprenden una serie de reformas que conducen a un estado absolutista, centralizado y más racionalizado.
• Decretos de Nueva Planta, conjunto de decretos dictados por el rey Felipe V entre 1707 y 1716 que eliminaron los fueros e instituciones de autogobierno en Aragón y Valencia (1707), Mallorca (1715) y Cataluña (1716), e instauraron el centralismo siguiendo las leyes de Castilla. Se suprimieron instituciones tradicionales (Generalidades, Cortes particulares, justicia propia) y se impuso una única Corte, las Cortes Generales del Reino (reino de España). Felipe V castigó así a la Corona de Aragón por apoyar al archiduque Carlos de Austria. La única excepción fueron Vascongadas y Navarra, que mantuvieron sus fueros y privilegios por haber ayudado en la guerra de sucesión a Felipe V. Además se suprimieron los virreyes y se introdujeron los corregidores en los municipios como en Castilla.
• Marginación del sistema polisinodial de las gestiones de gobierno a favor de las secretarías, al frente del cual estuvo un secretario nombrado por el rey (Hacienda, Guerra,…)
• Respecto a la iglesia, los monarcas intervenían designando cargos eclesiásticos (regalismo).
2. Reformas económicas.
• Reforma fiscal. El inspirador del proyecto fue el marqués de la Ensenada. Su reforma fiscal en Castilla, que consistía en sustituir los múltiples tipos de impuestos por una única contribución inspirada en el catastro catalán. De este modo, aumentaría la eficacia del sistema tributario pero para establecer la cuantía correspondiente a cada súbdito era necesario, previamente, efectuar un recuento detallado de todas las propiedades y habitantes de Castilla, lo que se ha llamado Catastro de Ensenada (iniciado en 1749). Las protestas y las presiones de las clases privilegiadas -que no pagaban impuestos- llevaron, finalmente, a abandonar el proyecto.
• Primer intento de reforma agraria. Los reyes encargaron informes sobre la situación del campo y la desigual distribución de la propiedad de la tierra. Pero esto afectaba a los intereses de los privilegiados, y en el fondo, el despotismo ilustrado temía los cambios profundos. Por tanto las medidas fueron escasas: colonización de zonas despobladas, como Sierra Morena; supresión de los privilegios de la Mesta; realización de obras hidráulicas.
• Fomento del comercio exterior: decreto de libre comercio con América en 1778.
9.-LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA Y CASTILLA-LA MANCHA

La llegada de la nueva dinastía Borbónica a España coincide con la extensión de la Ilustración, movimiento intelectual europeo del siglo XVIII (Siglo de las Luces). El pensamiento ilustrado se basaba en el racionalismo, el relativismo, la educación y la difusión de la ciencia.
Los ilustrados creían en la razón frente al fanatismo religioso y la ignorancia. Defendían la libertad de pensamiento y de expresión, la tolerancia religiosa, se oponían a los privilegios y al poder de la Iglesia.
La difusión de las ideas ilustradas la realizaron los filósofos a través de libros como la Enciclopedia. Los principales representantes en Europa fueron Montesquieu, Voltaire y Rousseau.
En España, los pensadores ilustrados más importantes que se suceden son:
1. Feijoo que piensa que el atraso español se debe al miedo de los españoles a las novedades.
2. Campomanes que ayudó al rey Carlos III a realizar numerosas reformas ilustradas.
3. Jovellanos planteó la necesidad de reformas en varios ámbitos (enseñanza, agricultura, industria…)
Otros ilustrados fueron Cadalso y su visión pesimista del estado de la cultura en España («En España en este siglo no hay quien no sepa que se ha de morir de hambre como se entregue a las ciencias») y Leandro Fernández Moratín, que en El sí de las niñas realiza un alegato feminista. Aunque la ilustración española fue más conservadora que la europea, su aportación fue fundamental para las reformas del s. XVIII.
La monarquía española, en la línea del despotismo ilustrado europeo, fomentaron la creación de instituciones reflejo de los ideales de la Ilustración. Algunas de las más importantes fueron:
1. Creación de las Academias, Real Academia de la Lengua, de Bellas Artes, de Historia….
2. Apoyo a las Sociedades Económicas de Amigos del País, asociaciones privadas creadas con el fin promover la cultura y proponer soluciones para acabar con el atraso español.
3. Expediciones científicas como la de Malaspina, o la de Celestino Mutis.
4. Creación de museos (el del Prado iba a ser de Ciencias Naturales), jardines botánicos (como el de Madrid), centros de enseñanza no universitaria
5. Publicación de los primeros periódicos, como El Correo de Madrid o El Censor.

EL SIGLO DE LAS LUCES EN CASTILLA-LA MANCHA
En la región comienza el siglo con importantes batallas como la de Almansa (1707) y la de Brihuega (Guadalajara, 1710), las cuales cambian, en favor de los Borbones, el signo de la Guerra de Sucesión.
Superado este episodio bélico, la población creció (de los tres cuartos al casi millón de habitantes) y se consolidaron los grandes poblachones manchegos tan típicos entre el Tajo y el Guadiana.
En economía, la agricultura siguió siendo el sector dominante y los métodos agrícolas y ganaderos no variaron sustancialmente respecto a los modos tradicionales (cereal, vid, olivo y transhumancia). La industria textil conoció avances, sobre todo con la iniciativa estatal de la Real Fábrica de Paños de Guadalajara. El comercio se benefició de la mejora de las comunicaciones, especialmente con Madrid y Andalucía (mejora del puerto de Despeñaperros).
En cuanto a la sociedad, el bloque nobiliario y eclesiástico mantuvo su tradicional preeminencia, basada en un todavía vigoroso régimen señorial. En el ámbito administrativo, se creó la gran provincia de La Mancha en 1718, que afectó a la actual Ciudad Real. Mientras, gran parte de la provincia de Albacete siguió vinculada a Murcia y Guadalajara continuó su dependencia de Madrid.
En el aspecto cultural destacan las Sociedades Económicas de Amigos del País, sostenidas por los elementos más activos de la sociedad (burgueses, clérigos ilustrados). Aparte de gran cantidad de manifestaciones artísticas del tardobarroco y del neoclasicismo (iglesias, conventos, casas nobiliarias), toda la vida cultural podría resumirse en la actuación del cardenal Francisco Antonio de Lorenzana (arzobispo primado de Toledo), cuya labor fue ingente: instituciones benéficas, revitalización litúrgica (rito mozárabe), impulso universitario, amplio programa constructivo, estudios geográficos y conformación de una impresionante biblioteca, antecedente de la actual Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha.
Otro personaje digno de mención es Melchor de Macanaz. Pensador y escritor albacetense, llegó a ser fiscal del Consejo de Castilla. Escribió numerosos libros de historia, pero sus ideas avanzadas le valieron ser procesado por la Inquisición, de manera que pasó buena parte de su vida en el exilio.
10.-CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, SOCIALES Y ECONÓMICAS DEL ANTIGUO RÉGIMEN

El Antiguo Régimen es el modelo de organización política, económica y social vigente en Europa del siglo XVI al XVIII. En este último siglo, el Antiguo Régimen entra en crisis como consecuencia de su incapacidad para resolver sus propias contradicciones y por la extensión de las ideas ilustradas y liberales, que demandan una profunda transformación de las viejas estructuras. Sus principales características fueron:
1. POLÍTICA, pervivencia de la monarquía absoluta, cuyos rasgos más significativos son:
• Concentración de poderes, soberanía real, origen divino del poder.
• Centralización administrativa (recordar los Decretos de Nueva Planta).
• Regalismo: nombramiento de dignidades eclesiásticas
2. SOCIEDAD, pervivencia de la sociedad estamental, dividida en tres grupos (nobleza, clero y pueblo llano) cerrados, definidos según el origen y desiguales ante la ley:
• Pueblo llano conformaba alrededor del 90% de la población que trabajaba y con sus impuestos mantenía a la minoría de privilegiados. Dentro de este estamento mayoritario de no privilegiados había grandes contrastes: una inmensa mayoría de campesinos, casi siempre analfabetos, trabajadores artesanos y una minoría de burgueses instruidos y a veces cultos y adinerados.
• Clero sigue viviendo de sus privilegios y a lo largo del s.XVIII soporta el aumento de las críticas de los ilustrados porque controlaba la gran parte de la educación y “las almas” de la masa analfabeta.
• Nobleza se encuentra dividida en alta nobleza (condes, duques, marqueses) y una baja nobleza formada por hidalgos muchas veces arruinados.
3. ECONOMÍA:
• Régimen señorial: sistema de explotación de la tierra de origen feudal en el que el señor ejerce la justicia y la fiscalidad y el campesino está sometido a diversas servidumbres económicas y personales.
• Amortización de grandes extensiones de tierra (unos dos tercios), que no se pueden comprar, vender ni transmitir porque son:
 Tierras en “manos muertas” de la Iglesia
 Tierras vinculadas en régimen de mayorazgo (en las familias nobles el primogénito heredaba las tierras y posesiones para evitar la división del patrimonio familiar)
 Tierras comunales de los Ayuntamientos
• Organización gremial: Los gremios controlan la oferta, los precios y la producción.
• Mercantilismo: doctrina económica que propone aumentar la riqueza nacional fomentando la producción interior y practicando una política arancelaria proteccionista. A esa doctrina económica se debe la creación de las Manufacturas Reales, industrias estatales de productos de lujo que resultaron en su mayoría un fracaso.
Desde mediados del siglo XVIII la crisis del Antiguo Régimen se agudiza:
1. En el terreno político, porque las ideas de la Ilustración, que van llegando a ciertos sectores de la intelectualidad española, conducen al liberalismo político (Montesquieu, Rousseau...), que propone la división de poderes, la soberanía nacional y el sufragio.
2. Desde el punto de vista social, cada vez son más abundantes críticas ilustradas a los privilegios de la nobleza y el clero (Cadalso, Feijoo). Por otro lado, los intereses de la creciente burguesía (Cádiz, Barcelona) chocan con los privilegios de la nobleza.
3. En lo económico:
• En la cuestión agraria cada vez son más los que, influidos por la fisiocracia, reclaman la desamortización de la tierra (Jovellanos) como algo imprescindible para el progreso agrario.
• Por Europa se extienden las ideas del liberalismo económico (Adam Smith), que propone el libre comercio y la no intervención del Estado en asuntos económicos, es decir, lo contrario que representan los gremios y las Manufacturas Reales.

1.-RAÍCES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA







1. ROMANIZACIÓN Y CRISTIANIZACIÓN

La península ibérica fue conquista por los romanos entre el 218 y el 19 a.C., en tres fases:
• 1ª fase (218-193 a. C.) durante la Segunda Guerra Púnica, se conquistó el sur y la mitad este hasta Toletum.
• 2ª fase (193-29 a. C.) los romanos se extendieron hacia el interior tras las guerras lusitanas (Viriato) y celtíberas (154 – 133 a. de C., destrucción de Numancia).
• 3ª fase (29 al 19 a. C.) Finaliza la conquista bajo Augusto con la derrota de astures y cántabros.
Hispania es el nombre dado por los romanos a la península. Llamada por los griegos Iberia, los romanos cogieron una palabra cartaginesa que significa 'tierra de conejos”. Esta denominación pervivió y por evolución lingüística fue transformándose hasta la actual España.
La organización administrativa se estructuró en tres niveles:
• Provincia: En el 197 a. C. se dividió Hispania en Citerior y Ulterior. Augusto (27 a. C.) creó tres provincias: Lusitania, Bética y Tarraconense. Tras diversos cambios a finales del imperio la diócesis de Hispania (primer antecedente político-administrativo de España) englobaba 7 provincias: Bética, Lusitania, Gallaecia, Tarraconense, Cartaginense, Baleárica y Tingitana (N. de África).
• El conventus era una división inferior a las provincias y las civitates eran ciudades de diverso rango: colonias, municipios, federadas, etc.
Al tiempo de la conquista se produce la romanización: asimilación de la organización política, jurídica, social, económica y cultural de Roma, por los pueblos hispanos adoptando los rasgos de la civilización romana: urbanismo, derecho, religión -politeísta primero y cristiana después-, el arte, el latín, etc. En Hispania la romanización fue muy profunda aunque no homogénea (mayor cuanto más al Sur y al Este).
A pesar de las resistencias iniciales a la invasión romana (Viriato, Numancia, cántabros, astures) la romanización de Hispania aportó importantes escritores (Séneca, Marcial, Lucano) y emperadores (Trajano, Adriano, Teodosio). Los factores o agentes que determinaron la romanización fueron múltiples:
• Las vías de comunicación y el comercio: las calzadas, como la vía Augusta y la vía de la Plata, y el uso de una misma moneda favorecieron el comercio y la transmisión de ideas. Hispania destacó en minería, agricultura (aceite de oliva, vino, trigo), pesca, tejidos, caballos, cerámica y armas (Toletum).
• Urbanismo: las ciudades eran centros de decisión, producción e intercambio. La fundación de colonias (Emérita, Valentia) atrajo a colonos itálicos y a peninsulares y este contacto favoreció la romanización.
• Transformación social: el latín se impuso paulatinamente a las lenguas indígenas. La antigua sociedad tribal se deshizo y fue sustituida por el clasismo social romano basado en el patriciado, la plebe rústica y urbana y los dependientes (esclavos, libertos, colonos).
• El Ejército: los legionarios romanos que luchaban en la península contribuyeron a la romanización pues muchos se asentaron aquí. Muchos hispanos que se enrolaban en el ejército romano volvían romanizados.
• El Derecho romano y la ciudadanía romana. Prueba del grado de romanización es la concesión del derecho latino a Hispania (s.I d.C). La ciudadanía romana significaba privilegios y honor y en el 212 Caracalla la extendió a todos los habitantes libres del imperio.
• Asimilación religiosa entre dioses indígenas y romanos, tolerancia, extensión del culto imperial y de las religiones orientales (culto a Isis, maniqueísmo, mitraísmo, judaísmo, cristianismo).
Al la romanización se superpone la cristianización. La llegada a Hispania del apóstol Santiago es una leyenda y el viaje de Pablo está poco documentado. Lo seguro es que el cristianismo llegó a través del África romana con quien Hispania tenía fuertes vínculos. En cualquier caso, en el siglo III el cristianismo ya se había extendido sobre todo por las ciudades hispanas que sufrieron las persecuciones de Diocleciano y otros emperadores.
Entre los edictos de Milán (313) y Tesalónica (380), el cristianismo pasó de ser tolerado a religión oficial del Imperio Romano. En la Iglesia hispana abundaron los concilios (Elvira, Toledo) y surgieron pensadores cristianos de gran valor, como Osio, Prudencio y Orosio. En el proceso de cristianización abundaron movimientos heréticos como:
• El priscilianismo: difundido fundamentalmente por el oeste. Prisciliano, influido por el maniqueísmo, criticó la corrupción y el enriquecimiento del clero, granjeándose la simpatía de las clases populares.
• Los libeláticos: sus seguidores firmaban un documento –libelo- donde reconocían rendir culto a los dioses paganos para evitar ser perseguidos.
2.- ETAPAS DE AL-ANDALUS Y EL REINO TAIFA DE TOLEDO

Los musulmanes (árabes, sirios, bereberes) conquistaron fácilmente casi todo el territorio hispano tras el desembarco en el 711 y la victoria de las tropas de Tarik sobre los visigodos en la batalla de Guadalete. Únicamente quedaron al margen los Pirineos y la cornisa cantábrica. Las causas de tan rápido avance fueron:
• Divisiones políticas: provocadas por el carácter electivo de la monarquía visigoda.
• Descontento de la población hispanorromana hacia la aristocracia visigoda.
• Tolerancia de los musulmanes. Cristianos y judíos (“gentes del libro)”fueron tolerados a cambio del pago de un impuesto.
Las etapas políticas de Al-Ándalus fueron las siguientes:
• EMIRATO dependiente (711-756): Al-Ándalus dependía del califato omeya de Damasco como una provincia del mismo. Las rivalidades entre los gobernantes árabes y los beréberes fueron constantes.
• EMIRATO independiente (756-929): Políticamente era independiente y sólo mantenía obediencia religiosa a Bagdad. Tras la violenta desaparición del califato Omeya de Damasco a mano de los abasidas, Abderramán (Abd al-Rahmán) hijo del califa asesinado, logró escapar a Al-Ándalus y, gracias a numerosos apoyos, convertirse en el primer emir independiente. Los emires posteriores tuvieron que sofocar numerosas rebeliones internas (bereberes, muladíes y mozárabes).
• CALIFATO (929 - 1031). Término derivado de Califa, máxima autoridad política y religiosa del mundo musulmán. El emir Abderramán III se autoproclamó califa en 929 y, con ello, la independencia de Bagdad no sólo era política sino también religiosa. La dinastía omeya siguió dirigiendo el gobierno andalusí.
Abderramán III hizo vasallos y tributarios a los reinos cristianos del norte y ordenó construir la ciudad-palacio de Medi¬na Azahara. Su sucesor, Al-Hakem II, promovió la cultura y el arte (su biblioteca fue famosa) y Córdoba se convirtió con unos 200,000 habitantes en la segunda mayor ciudad europea tras Constantinopla.
En cambio Hisham II (976-1013) era un niño cuando fue proclamado califa y el gobierno era dirigido por un primer ministro conoci¬do como Almanzor (“el Victorioso”) por los cristianos. Almanzor, constructor de una dictadura militar, organizó nume¬rosas campañas militares contra los cristianos del norte entre las que destacan los saqueos de Santiago, Barcelona y León. A su muerte comenzó la crisis del Califato de Córdoba, el principio de la desintegración política de al-Ándalus (1031) y el fin del califato.
• Primeros reinos de TAIFAS (s.XI). El califato se fragmentará en varios reinos independientes denominados “taifas” y dominados por alguna de las etnias que lo componían: árabes, muladíes, beréberes y eslavos. El número de taifas fue disminuyendo ante la expansión de las más poderosas (Badajoz, Toledo o Sevilla).
Los reyes cristianos aprovecharon la división y la debilidad de los reinos de taifas para cobrarles fuertes tributos (parias) a cambio de no atacarles. El pre¬dominio militar cristiano se hizo patente con la conquista del reino taifa de Tole¬do (1085) que simboliza el lento e irreversible declive del islam peninsular.
• ALMORÁVIDES (s.XI-XII): La conquista de Toledo alarmó a los demás reinos taifas que solicitaron el auxilio de los almorávides. Éstos eran tribus saharianas que habían creado un imperio norteafricano y acudieron a la llamada de las taifas derrotando a los cristianos en Sagrajas (1086). Conscientes de la debilidad de los taifas, volvieron en el 1090 no para ayudar sino para conquistar las taifas y unificar de nuevo Al-Ándalus bajo su dominio. Frente al carácter relativamente tolerante del califato, esta época se caracterizó por su rigor religioso. Finalmente el imperio almorávide desapareció por las divisiones internas.
-Segun¬dos reinos taifas: de breve duración, surgieron tras la desaparición del imperio almorávide.
• ALMOHADES (s. XII-XIII) procedían del Atlas y, repitiendo la historia de los almorávides, consiguieron unificar Al-Ándalus. Derrotaron a los cristianos en Alarcos (1195), pero sufrieron una severa derrota en las Navas de Tolosa (1212), batalla que abrió Andalucía a la reconquista cristiana.
-Terceros reinos taifas: Tras los almohades surgieron nuevos taifas de los que sólo sobrevivió Granada.
• Reino de GRANADA (1238-1492). EI reino nazarí de Granada tuvo un de gran esplendor cultural y artístico (la Alhambra). La supervivencia del reino se debió a que los monarcas granadinos se declararon vasallos de Castilla para garantizar su independencia a cambio de tributos.

EL REINO TAIFA DE TOLEDO. Los extensos territorios alrededor de la antigua capital visigoda, Toletum, constituyeron desde el emirato una Marca Media, destinada a servir de frontera protectora contra los cristianos del Norte, junto con la Superior de Zaragoza e Inferior de Badajoz. Desafortunados en el reparto de tierras, se establecieron por el interior peninsular de la Manxa (“tierra seca”), tribus bereberes que mostraron su descontento con rebeliones. Junto a ellos estaba la población autóctona (muladíes convertidos y cristianos-mozárabes) cada vez más arabizada.
Los gobernadores de Toledo-Tulaytula mostraron en muchas ocasiones rebeldía respecto a Córdoba y ante la crisis y debilidad del Califato cordobés a partir del 1031, la clase dirigente toledana proclamó la independencia del Reino Taifa de Toledo, cuya extensión casi coincidía con la actual región castellanomanchega.
El rey taifa Al-Mamún se ganó la protección de los castellanos por el pago de las parias y afianzó su poder. La pujanza de Tulaytula como foco económico, científico y cultural fue entonces extraordinaria, hasta el punto de albergar temporalmente al exiliado rey Alfonso de León, contrayendo con Toledo una deuda de no agresión. Finalmente el reino entró en crisis, Alfonso intervino y, tras un pacto y un asedio, , Alfonso VI entraba en Toledo en 1085. Este hecho significó para muchos el principio del fin de la España musulmana.






































3.- RECONQUISTA Y MÉTODOS DE REPOBLACIÓN

Desde el 711 la península se islamizó casi en su totalidad. Solamente en el norte se formaron núcleos de resistencia que, con el tiempo, se convirtieron en los grandes reinos medievales (León, Castilla, Aragón, etc.).
RECONQUISTA. Este término se refiere tradicionalmente a la expansión de los cristianos, entre la batalla de Covadonga (722) y la toma de Granada (1492), con el supuesto objetivo de expulsar a los musulmanes y restablecer la fe cristiana. Sin embargo, el sentido religioso de esa lucha no existió hasta el s. XI cuando en la Europa cristiana surgieron las primeras cruzadas. Se pueden distinguir dos grandes fases en este proceso:
• Hegemonía musulmana s. VIII al XI (711-1031): donde se forman los primeros núcleos de resistencia:
 Asturias: donde supuestamente arranca la Reconquista (victoria de don Pelayo en Covadonga, 722). El reino asturiano se extiende por el Noroeste con capital en Oviedo. En el s. IX se descubrió la tumba del apóstol Santiago y un siglo más tarde la capital pasó a León dando lugar al reino de su mismo nombre. Más tarde el condado de Castilla se convirtió en un núcleo independiente de León.
 Pirineos: fueron conquistados por el rey franco Carlomagno y formaron la Marca Hispánica pero la mayoría de los condados pirenaicos se independizaron pronto de los francos y surgió en torno a Pamplona el reino de Navarra. Sancho III el Mayor, en el s. XI, impuso la hegemonía navarra en casi todo el territorio cristiano y a su muerte (1035) dividió su reino entre sus hijos, surgiendo así Navarra, Castilla y Aragón.
 Cataluña: Los condados pirenaicos catalanes continuaron perteneciendo a la marca hispánica de los francos hasta que en el s. IX Vifredo el Velloso, conde de Barcelona, se declara independiente.
• Hegemonía cristiana s. XII al XV (1031-1492): tras la desaparición del califato. Los hechos destacados son:
 Por la Corona de Aragón:
 Ocupación de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (1118) y toma de Valencia (1238) por Jaime I.
 Tratado de Almizra (s.XIII): Castilla conquistará Murcia y Andalucía y Aragón se quedará con Levante.
 Por lo que respecta a Castilla:
 Conquista de Toledo (1085) por parte de Alfonso VI.
 Tras las Navas de Tolosa (1212) conquista de Andalucía por Fernando III y de Murcia por Alfonso X.
 Ocupación de Granada en 1492 por los Reyes Católicos.
REPOBLACIÓN. Proceso desarrollado en la edad media por los cristianos de la península a medida que iban ocupando los territorios a los musulmanes o las tierras de nadie (tierras fronterizas semidespobladas). El proceso no concluyó hasta 1492 con la conquista de Granada. Hay varias etapas en el proceso repoblador:
• 1ª etapa (s. VIII al siglo X): El sistema de repoblación fue la presura(o aprisio) y se dio al norte del Duero y en el piedemonte pirenaico. Consistía en la ocupación de la tierra basada en el derecho romano que convertía en propietario a quien ocupaba una tierra despoblada. La iniciativa la llevaban campesinos, nobles, monasterios así como mozárabes que huían del dominio islámico. Esta forma de repoblación generaba una sociedad de campesinos libres con pequeña propiedad (minifundio).
• 2ª etapa (s. XI y XII): Repoblación concejil. La iniciativa la llevaban los reyes que crean villas gobernadas por un concejo y con un alfoz (término municipal) muy extenso al que conceden un fuero donde se recogen derechos y privilegios para atraer pobladores a zonas peligrosas de frontera. Da lugar a un tipo de propiedad media. Este sistema se utilizó desde el valle del Duero a los Montes de Toledo y el valle del Ebro.
• 3ª etapa (siglos XIII- XV). Hay dos tipos de repoblación. Primero se dio la de las órdenes militares que avanzaron rápidamente en amplias zonas semidespobladas (la Mancha, Extremadura, Maestrazgo) que se entregaron a las órdenes para su defensa (Santiago, Calatrava, Alcántara, Temple, Montesa). Estas tierras son pobres y la repoblación creó zonas con grandes latifundios jalonados de fortalezas fronterizas.
La segunda modalidad es la de los repartimientos, tras la toma de un territorio se hacía un inventario de los bienes y se repartían entre la poderosa nobleza feudal que había ayudado a los monarcas en la reconquista. Esto explica, en parte, la abundancia de latifundios en Andalucía.
La forma como se llevó a cabo la reconquista y repoblación tendrá consecuencias en el reparto de la tierra o estructura de la propiedad que divide a España en dos grandes zonas: una basada en la pequeña y mediana propiedad al norte, y otra basada en la gran propiedad o latifundio al sur.
Ese desigual reparto de la propiedad traerá consigo la existencia de una amplia clase de campesinos sin tierra (jornaleros, braceros) constituyendo un problema estructural en la política española de los siglos XIX y XX.

4.- UNIÓN DINÁSTICA Y MONARQUÍA AUTORITARIA BAJO LOS REYES CATÓLICOS

Con los Reyes Católicos aparece el estado moderno, caracterizado por la formación de una monarquía autoritaria capaz de centralizar todo el poder en la Corona a costa de la nobleza y los municipios.
A la muerte de Enrique IV se produjo una guerra civil entre los partidarios de su hija Juana y de su hermana Isabel que acabó en 1479, Tratado de Alcáçovas, por el que Juana renunciaba al título de reina de Castilla.
Por otro lado, el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (1469) supuso la unión personal y dinástica de ambas Coronas pero no la unión política pues cada una mantendría sus instituciones. Isabel apenas se ocupó de los asuntos concernientes al reino de Aragón, en cambio Fernando, capacitado para el gobierno de Castilla (Concordia de Segovia 1475), se ocupó por igual de los dos reinos.
La Corona de Castilla, salvo en las provincias vascongadas y Navarra (conquistada en 1512), que conservaron instituciones propias, era más homogénea en su gobierno que la de Aragón y el poder real tendía claramente hacia el absolutismo y el centralismo. La Corona de Aragón estaba formada por los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca y el principado de Cataluña, Nápoles, Sicilia y Cerdeña. Esta corona careció de la unidad y la homogeneidad de la castellana; cada uno de sus territorios contaba con su propia organización política, administrativa, judicial, fiscal y con instituciones e incluso Cortes separadas.
La unión dinástica significa que ambas coronas conservaron sus instituciones propias y su personalidad jurídica; sólo la Inquisición tenía jurisdicción en ambos territorios. Pero los RRCC pusieron en marcha grandes reformas que dieron paso a la MONARQUÍA AUTORITARIA:
1. Administración central.
• Consejos: Asesoraban a los reyes en todo tipo de temas y aunque estaban en parte integrados por nobles y clérigos, los reyes introdujeron funcionarios con formación jurídica. El Consejo de Castilla se convirtió en el principal pero existían también otros consejos: de Aragón, Navarra, Indias, Inquisición…
• Cortes. Se redujeron sus competencias y se espaciaron sus reuniones. Solamente se convocaban para que el heredero jurara el trono y aprobar impuestos extraordinarios.
• Santa Hermandad. Se creó este cuerpo armado que velaba por la seguridad en el medio rural.
• Hacienda. Se creó el Consejo de Hacienda para aumentar y controlar la recaudación.
2. Administración municipal. Se nombraron corregidores (representantes reales) en todas las villas castellanas con el fin de vigilar los municipios y a la burguesía que dominaba los concejos.
3. Administración territorial. Se creó la figura de los Virreyes, fuera de Castilla, representantes de los reyes en cada uno de los reinos en que no estaban presentes (Aragón, Nápoles…).
4. Administración judicial. Se creó la Chancillería Real como máximo tribunal de justica.
5. Unidad religiosa mediante:
• Tribunal de la Inquisición (1478): tribunal eclesiástico de origen medieval que fue reorganizado como instrumento para alcanzar la unidad religiosa. Sus víctimas prioritarias fueron conversos (del islam y el judaísmo) y más tarde los protestantes.
• Conversión obligatoria o expulsión de los judíos (1492) y de los musulmanes (1502). Los judíos que salieron de España se llamaban sefardíes (de Sefarad, España en hebreo) y se asentaron en el norte de África y el imperio turco manteniendo costumbres y hasta el idioma español del s. XV. Con los mudéjares (musulmanes en territorio cristiano) se pasó de la tolerancia a su conversión obligatoria después. Los conversos al cristianismo fueron llamados moriscos y sufrieron racismo y marginación hasta acabar siendo expulsados en 1609.
6. Expansión exterior:
• Expansión por el Atlántico (Canarias) y por América tras los viajes de Colón.
• Expansión por el Mediterráneo: ocupación del reino de Nápoles y conquista de Melilla, Orán, etc.
• Política de enlaces matrimoniales tendentes a establecer alianzas con las monarquías europeas: Portugal, Inglaterra y Austria. Casaron a sus hijas con los objetivos fundamentales de lograr la unidad de España y aislar a Francia. Carlos, hijo de Juana “la Loca” y Felipe “el Hermoso” heredó los reinos hispánicos y extensos territorios europeos.

Objeto de intensos debates historiográficos, los Reyes Católicos, y particularmente Isabel, han sido valorados de forma muy distinta. Para unos representan la unidad de España y la defensa del catolicismo, llegando a promover incluso la canonización de Isabel, mientras que para otros representan un símbolo de la intransigencia y el fanatismo religioso.

5.-EL MOVIMIENTO COMUNERO

Se llama así al levantamiento armado desarrollado desde 1520 hasta 1522 y protagonizado por las ciudades del interior de Castilla contra el rey Carlos I. El movimiento estuvo dirigido por la pequeña nobleza y apoyado por el bajo clero, con lo que consiguió una amplia base popular. En esta lucha uniforme contra Carlos I se tenían motivaciones diferentes:
• Por parte del pueblo: que solicitaba el regreso del monarca para ocuparse de los asuntos castellanos.
• Por parte de la nobleza castellana, la defensa de sus privilegios tradicionales frente a la intromisión de la nobleza flamenca que ocupó importantes cargos políticos.
• Por parte de la burguesía el temor a perder el poder que tenía en los consejos de las ciudades y en las cortes donde, además, Carlos les exigía dinero para sus guerras fuera de la península.
• Por parte del clero, el temor al erasmismo y protestantismo traídos por extranjeros.
Carlos, nieto de los Reyes Católicos, nació y se educó en Flandes. Su nombramiento para el trono de los reinos hispánicos no fue bien recibido porque era considerado un rey extranjero rodeado de consejeros extranjeros. La situación se agravó cuando monarca forzó la votación de subsidios en las cortes ante su salida a Alemania para intentar conseguir la corona imperial, vacante tras el fallecimiento de su abuelo Maximiliano. Además, nombró a extranjeros en cargos políticos e incluso de regente, Adriano de Utrecht.
El levantamiento de los comuneros de Castilla lo encabezó Toledo- febrero 1520- con Juan Padilla y se sumaron otras ciudades como Segovia (Juan Bravo), Madrid, Zamora, Toro, Guadalajara, Ávila, Valladolid, Salamanca (Pedro Maldonado) y otras.
Los delegados reunidos en Ávila crearon una Junta Santa revolucionaria que ofreció recuperar la corona a la reina Juana y deponer a su hijo Carlos. Se elaboraron peticiones como: reunión de las cortes a intervalos establecidos, rebaja de impuestos y destitución de consejeros extranjeros. El movimiento se extendió entre los campesinos y fue adquiriendo un carácter popular y antiseñorial. Ante esta radicalización la nobleza y el alto clero abandonaron la lucha por temor a perder sus privilegios y se pusieron del lado del rey.
Al principio consiguieron los comuneros algunos éxitos pero el movimiento se fue debilitando por la superioridad del ejército real, el apoyo de la alta nobleza al rey y la negativa de la reina Juana a aceptar la Corona. El 23 de abril de 1521 los comuneros son vencidos en Villalar, sus jefes militares ejecutados y las juntas de gobierno se desintegraron en todas partes. Sólo Toledo, defendida por la viuda de Padilla, María Pacheco, resistió hasta 1522.
Al final se concedieron algunas peticiones a los sublevados, tales como la prohibición de otorgar cargos a extranjeros y que el rey permaneciese en España.
Las consecuencias fueron graves para Castilla: el poder y autoridad real en Castilla resultó indiscutible y las Cortes se convirtieron en un simple instrumento del rey; además se sellaba el pacto entre la Corona y la gran nobleza española y la industria textil castellana comenzó su decadencia al quedar desprotegida frente a los intereses de la nobleza que prefería vender la lana al extranjero antes que transformarla aquí.
Las interpretaciones sobre el movimiento son variadas. Para unos, se trata de un movimiento burgués, que se opone al fortalecimiento del poder real. Para otros es la pérdida de la autonomía castellana y su sometimiento al autoritarismo monárquico. A partir de entonces será Castilla quien pague las guerras exteriores de la monarquía hispánica y la que más sufra la decadencia de España agobiada por impuestos mayores que en otros territorios peninsulares.